martes, 13 de enero de 2009

Entrega Nº 8: EL RENACIMIENTO INTERIOR Y SU EXTRAÑEZA

Amigos queridos.
Decir que les hablo desde el corazón se me hace poco. Todo en este momento me empuja a expulsar lo que siento en todo mi cuerpo, en mi sentir. Mis pensamientos no tienen un orden, y mientras quiero darles uno, más me trabo en una forma que sólo limita mi expresión y mi actuar en el mundo.

Trato, trato profundamente de funcionar como lo he venido haciendo por años, pero no puedo. Y trato tanto porque no puedo negar que me asusta la extrañeza que produce el darme cuenta que soy otro que el que fui ayer, y que el que se despertó esta mañana. Si no fuese por la confianza que tengo en la vida, en mi esencia que siento que nunca olvidé por completo, creería en las apariencias que me dicen que algo no está bien, que todo pierde sentido y que incluso no tengo ni ganas de construir algo nuevo, porque sólo quiero vivir sin proyectar; sólo hacer lo que siento en el instante que siento. Si no fuese por el amor profundo que tengo por la Tierra y toda la vida que la inunda, en especial por la Humanidad, podría llegar a creer que nada nuevo vale la pena y que sería mejor volver a lo que fui para no tener tanto miedo y no causar miedo a los que me rodean.

Es una tremenda extrañeza de mi mismo que sólo me permito vivir y dejar que sea por el amor y la confianza de sentirme una Luz. Es la tremenda extrañeza de ver a cada instante un mundo distinto porque yo mismo soy otro a cada instante…, como un nacimiento, como un parto en que soy quien nace y quien da a Luz. Soy la madre, el hijo y el padre que recibe.

Esto que les cuento es mi renacimiento, y creo que más que contárselos a ustedes me lo muestro a mí mismo como para creerlo, para valorarlo y confiar en que todo está bien.

Es una extraña alegría la que me acompaña. No sé. Soy el que soy y no sé quien soy…, pero tal vez ni quiero saberlo, sino sólo serlo. Esa idea me da paz y me permite crear y crearme a cada segundo como un nuevo nacimiento. Cada momento es distinto y no puedo ser el mismo porque ya soy otro, y ese otro que permito que aparezca siente más profundo, quiere otras cosas y tiene otras formas…, uf! Sólo es así.

Aaaahhhhh! Suelto lo que me aprieta el pecho, lo que me aprisiona cuando me niego a lo que estoy viviendo. Ahoga el resistirse a lo que uno es, pero reconozco y acepto mi humanidad creciendo y recordándose, no sin temor, no sin cansancio, no sin llanto. Me amo, y agradezco tenerlos para contárselos.

En fin, mis queridos, siento la necesidad de no limitarme más, de no detener el flujo que mi energía quiere tener, ni tampoco dejar de escuchar a la energía que a través del mundo me habla y me llama a moverme más de lo que he hecho. Cada uno tiene su forma y su camino, yo sólo quiero regalarles mi sentir para decirles que llega un momento en que el ocultarse duele y duele mucho, y que el único antídoto es la auto entrega de amor, es la paz de un silencio, es mirarte en las hojas de un árbol que mece el viento, es escribir, es pintar, es saludar al otro sin forma alguna, es abrazar cuando tienes ganas, es encontrarte en la mirada de los demás, es reconocerte luminoso y creer en ti mismo como nadie más podrá hacerlo nunca. Es poetizarte en cada acto, es ponerte música incidental para tu propia película y caminar en cámara lenta como lo hacen los héroes, como lo hacen los guerreros que irradian fuerza con su sola presencia. El único antídoto para ese dolor que provoca ocultarse, es descansar de tanta creencia y de tanta forma actuada por miedo a no ser dañado.

Renazco porque así lo quise, aunque no esperaba este movimiento que aparenta hasta locura. Aunque no esperaba ver tantos ojos de extrañeza en los demás (que a la final son los míos), aunque no esperaba sentir tan fuertemente la sensación de no saber vivir en el mundo como los otros lo hacen. Pero prefiero este vaivén a seguir actuando dormido, sin saber que actúo; porque sé que no dejaré de actuar en este mundo, pero quiero hacerlo en este sentir consciente, aunque me crean loco, aunque sea el raro, aunque me dejen de querer. A las finales, sino paso por este sentir de extrañeza al renacer, no lograré darme el único sostén que vale: mi propio amor. Después se verá, después iré creando una forma libre que me permita entrar y salir de la ilusión cuando yo quiera. Después lograré adecuarme para quienes lo necesiten, pero lo haré por amor no por esclavitud. Lo haré porque puedo entregar amor, ese amor que ya supe darme.

Vivo en un mundo, el que yo elegí vivir y que me fascina. Y honro mi presencia en él y la presencia de todos lo que se cruzan en mis pasos. Todo lo que les cuento no es por rechazo a nada, es por el deslumbramiento que me da el darme cuenta de que estoy vivo, y que muero a cada instante para nacer luego. Oh! Qué vida la que nos hemos querido dar, queridos hermanos míos; qué nostalgia me produce el sentir mi interior y sentir en él a Dios; pero qué mayor alegría siento en la conciencia de que en cada amanecer, en cada respiro que me da vida, en cada renacer segundo a segundo en esta Tierra y su forma, puedo tocar la presencia de ese Hogar que en un momento aparentó quedar atrás y estar lejos.

Puedo escuchar, oler, gustar, tocar y mirar, como ningún otro ser en el Universo puede hacerlo, porque estoy en la Tierra. Qué bendición, qué regalo, y qué amado me siento por renacer a la conciencia sentida, al sentientendimiento de que acá está Todo el Espíritu de Amor que me dio vida. Y no miro las estrellas para saberlo, no quiero escapar más…, no, ya no, sólo requiero de tocarme, olerme, escucharme, gustarme y mirarme, para en ese disfrute lograr aprender a hacerlo con los demás y encontrar sin más que eso a Dios. Porque así lo quise…

Bonus: Mientras escribía estas palabras que comparto con ustedes, salí un instante a la terraza de mi departamento y escucho que cantan el “cumpleaños feliz” a alguien en otra casa. Aaahh! Que felicidad, un coro de ángeles quiso recordarme el renacimiento (sentí compañía y menos extrañeza, porque quise escuchar en ese canto la confirmación de mi nacimiento).
Y a mí me habla el mundo.
Con todo lo cotidiano yo recibo las palabras que me quiero recordar de la esencia. Si no creo en eso estoy muerto, sino creo en las sincronías y en que todo está en orden, estoy muerto. Hablo de mí…, yo me comparto a ti en este momento, y yo.., yo estoy vivo.

Gracias por estar en este viaje conmigo.
Los abrazo sintiendo que en ese acto está todo.
Yo Soy Roberto.

Por Roberto Cabrera Olea / 13 de enero de 2009
www.automaestria.ning.com

lunes, 5 de enero de 2009

Entrega Nº 7: ENERGÍA Y LA MAGIA DE LA CREACIÓN CONSCIENTE

Magos queridos.
Hoy quiero hablarles de la Energía y de nuestra capacidad innata de transformación y creación consciente y a voluntad de nuestra vida, a cada instante, en cada respiro.

Mmmmmmm!!!! Energía, que delicioso es pronunciar esta palabra; es suave, es fuerte y potente…, y es Amor, y como ya “conversamos” en el texto sobre el Amor, éste es Energía también. Por lo tanto, todo lo que nos rodea, sean cosas o circunstancias de vida, también es Energía en movimiento, viva, dinámica y fluyendo…, a veces más, a veces menos, pero siempre es Energía.

El principal objetivo de escribirles sobre este tema consiste en que vayamos reconociendo nuestra participación en el juego de la vida, como creadores conscientes o inconscientes, pero creadores siempre. Nuestra existencia, como sabe la mayoría de los que nos convocamos en estos espacios de compañía y crecimiento interior, no sólo abarca lo visible a nuestros ojos o lo tocable con nuestras manos y cuerpo, sino que trasciende a otros planos dimensionales de Ser. Por lo tanto, nos demos o no cuenta de cómo creamos nuestra vida, siempre lo hacemos. Las decisiones que vamos tomando día a día en lo cotidiano, así como la elección que hayamos hecho de los seres que nos acompañan como familia, también el propósito de nacer bajo tales circunstancias, ya sea en determinado país o hablando un determinado idioma, obviamente no sólo tienen que ver con el poder de nuestra mente encarnada, sino que nacen de nuestra esencia espiritual en tanto somos seres de Luz jugando el juego de la forma en esta Tierra. Y aquí, como parte del juego, se olvida dicha esencia y vamos creando un sinnúmero de condiciones que nos desempoderan y nos aturden por un tiempo…, aunque para algunos sea todo el tiempo de su vida; pero está bien, tal vez ese era el propósito, nunca recordar. Pero claramente todos los que nos estamos comunicando en este tiempo para crecer interiormente, optamos por el RECUERDO. Y ese recuerdo es la base de la creación consciente, entendiendo que la vida, como bien han dicho los budistas por milenios, es ilusión. ¿Y qué significa que la vida sea ilusión? Que su esencia primordial es la Energía de la que estamos hablando. Esta conciencia sentida, este sentientendimiento, para los mismos budistas, es la sabiduría que sustenta la Maestría.

Ahora bien, si se percataron, he comenzado esta entrega refiriéndome a ustedes como “Magos”, por la sencilla razón de que eso son: fantásticos y poderosos Magos, en vías de recordarlo y actuar en resonancia con ello. El Mago ha sido definido desde la antigüedad como un hombre o mujer sabio con poder de obrar, o sea de crear a voluntad. El origen de esta palabra es persa: Magusk, cuyo significado es justamente “sabio”. Si unimos la concepción del medio oriente que luego se desarrolló fuertemente en Europa, a la definición budista de lo que es la sabiduría, nos encontramos con que este hombre sabio conoce -o sea es consciente- que la vida es Energía y por lo tanto es susceptible de transformarse a voluntad.

Pues bien, todos los seres que habitamos la Tierra, al tener esa esencia Divina y creadora en nuestro ADN, llevamos con nosotros esa misma capacidad de crear a voluntad la vida que queramos vivir. Y para esto se hace necesario el RECUERDO que mencioné anteriormente, y dicho recuerdo se logra mirándonos a nosotros mismos reconociendo con Amor lo que somos, y aceptándolo, con lo aparentemente bueno y lo aparentemente malo…, reconociendo a la larga que esas distinciones duales en verdad nos existen, sino que sólo es Energía en movimiento.

Por ahora, es importante reconocer y aceptar nuestras circunstancias de vida tal cual son, con las limitaciones que nos llevan a no recordar desde el corazón (muy distinto a recordar con la mente y la razón), lo que nos ha instalado en la creación inconsciente de nuestra vida, llegando a creer incluso que tenemos mala suerte o que todo está contra nosotros, o que nada nos resulta, etc. Amando estas circunstancias que aparentemente son externas, podremos ir develando la verdad tras ellas para leer el propósito que nuestro Yo Divino puso allí. Una vez reconocida y recordada nuestra esencia, toda forma que tome la Energía a nuestro alrededor nos hablará de los Creadores que somos y podremos transformar aquellas formas que no nos acomode vivir…, y tal vez ya nada nos desacomode porque todo estará en orden en la conciencia de que es nuestra creación nacida desde el corazón. ¿Cuánto nos demoremos?, no importa, todo está en orden, nadie nos apura, no hay una fecha determinada para alcanzar el recuerdo de quienes somos, eso sólo es miedo de nuestra mente que nos lleva justamente a temer que no estamos a tiempo y que nos vamos a quedar abajo del tren. Y, oh paradoja! Olvidándonos de plazos y dejando de compararnos con otros, o sea amándonos, seremos los primeros en lograr nuestro asiento en el tren en este hermoso viaje. Así lograremos disfrutar del Aquí y el Ahora, que son la infinitud y la eternidad al mismo tiempo, instancias fundamentales para la creación consciente de nuestra vida, porque el tiempo y el espacio como los conocemos son sólo conceptos mentales…, en el Universo no existen. En definitiva estaremos en todas partes y en todo momento.

Actuar desde nuestra Verdad sentientendida se constituye en la base para Crear, o sea transformar la Energía de las cosas y las circunstancias a voluntad…, pero no olviden, para llegar a este estado lo primordial es el Amor, primero hacia ti mismo para que por rebalse inunde al Mundo. Ese Amor es la conciencia ampliada, es la sabiduría y la conexión con la Energía Universal.

A fin de cuentas, lo que alcanzaremos es la Automaestría, es decir, la autonomía energética donde ya no dependamos ni de un otro, ni de sus enseñanzas para crecer y vivir plenos. Y nadie dice que niegues lo que otros han dicho o vivido y que te han transmitido, sino sólo digo que es importante que con esa autonomía de energía amándote profundamente, puedas transformar todas esas enseñanzas en un camino propio, y que hasta pueda ser contradictorio con las enseñanzas recibidas, pero bueno, tal vez para eso llegaron a ti. Además, lo contradictorio también es un juicio de la dualidad, donde a todos se nos pide coherencia, o sea, ser siempre el mismo… A la larga entenderás que esa coherencia no permite el cambio, la transformación, la muerte a cada instante de lo que uno fue para ser alguien nuevo permanentemente. “¡Pero es que la gente se desconcierta cuando cambio!” Bueno, algo tendrán que ver ellos en su interior que no logran aceptarte cuando has cambiado, con energías renovadas siempre. Ese es el juego que nos permite la vida en la Tierra, jugar en la forma, disfrutarla siempre, y permitiéndonos vivirla como en cada segundo nos vaya naciendo desde un corazón que se ama a sí mismo.

Polos derretidos
¿Cuál es una de las principales trabas que podemos encontrar en este camino? El miedo a dañar o que se nos juzgue de mala manera, o definitivamente creer que realmente somos malos o actuamos mal.

Bueno, ese miedo existe porque aún estamos poniendo nuestro poder en otro externo, dándole el derecho de juzgarnos o definirnos. Pero la verdad, es que somos nosotros mismos los que estamos temiendo encontrarnos con algo que no nos gusta de nosotros…, y para eso nuevamente está el autoamor, la liberación de lo externo y el abrazo de lo interno, sin creencias limitantes.

Lo bueno, lo malo, la esencia de la dualidad, estos son los polos necesarios de derretir…¿Y para qué? Para dejar de juzgarnos y de juzgar a los demás. Y dejamos de juzgarnos precisamente cuando logramos amarnos en plenitud. Ya no brotarán palabras o frases como por ejemplo: “…es que no sé amarme”, “es que yo no sirvo para eso”, “es que los demás se mueven en una energía tan baja que no me permiten moverme en tranquilidad”, “es que los demás no entienden”, “es que están dormidos”, etc… Amándonos a nosotros mismos dejaremos de poner la dificultad en el otro necesitando que cambie para uno estar bien, dejaremos de creer que somos tan pequeños, dejaremos de creer que el mundo está tan mal, y así, dejaremos de lanzar indiscriminadamente tanta energía de miedo y conflicto a nuestro exterior, energía que sólo confunde las cosas. Lograremos confiar en nosotros mismos porque seremos conscientes que el Humano es Divino y que nuestra sola presencia es epifanía; y lograremos confiar que todo es posible, porque así lo Es; dejaremos de darle tanto poder a las apariencias, como que el planeta se va a destruir o que lo estamos llevando por tan mal camino. Nosotros nos instalamos en esto y vamos por algo mayor, RECUÉRDALO!!!

Lo bueno, lo malo. En el recuerdo de lo que somos en esencia entenderemos que todo lo que sucede a nuestro alrededor es movimiento energético y saldremos de la trampa de criticar o juzgar. Esto mis queridos, es una trampa, ya que pone tu atención afuera tuyo olvidándote de lo más importante, tu corazón y tu interior. Incluso al criticarnos a nosotros mismos perdemos la atención de nuestro interior porque dicha crítica surge necesariamente de una comparación externa donde lo bueno y lo malo aún existe como parámetro. Todo, mis queridos Magos, tiene un origen en la Energía y tiene un propósito, por lo tanto podremos entender que la concepción de que algo es malo o negativo, nace de alguna amenaza que nos produce a nosotros, o sea, nuevamente se hace necesario mirarnos a nosotros mismos ante de juzgar nada afuera. Y podremos entender que la concepción de bueno surge de alguna confirmación que algo externo nos hace a nosotros y nos autoafirmamos en algo ilusorio. Y eso ilusorio no tiene ninguna consistencia; como llegó se irá, porque es energía en movimiento, por lo tanto quedaremos tan vacíos como antes.

La conciencia de cómo movemos las Energías es fundamental, por ejemplo, comprender que una enfermedad es energía movilizada con un propósito, que un vicio es energía movilizada con un propósito, que la rabia, que el enojo, que el sufrimiento, que los sueños, que el disfrutar de la vida, que amarnos incluso, etc, son energías movilizadas con un propósito…, lo importante es aprender a leer dicho propósito en una conciencia más allá del estado del miedo, como lo hace un Mago. Y luego de esa lectura se está en condiciones de, por ejemplo, sanar por sí solo una enfermedad, o de transformar cualquier alimento que se ingiera sólo en un disfrute, sin temer a que nos dañe o a que baje nuestra vibración energética, porque si lo dejamos, el cuerpo sabrá sanar y vibrar alto, ya que será sólo manifestación del Amor; por lo tanto, luego de esa lectura energética, se está en condiciones de hacer un “milagro”. No habrá miedo porque todo lo habremos creado nosotros conscientemente, y si esa es la condición de nuestra creación, nada nos puede dañar.

Es necesario que vayamos soltando los juicios para vivir en libertad, en paz y en verdadero Amor, ya que esos estados son consistentes, es Energía movilizada en conciencia, nuestra propia Energía no la de lo externo o de otros…, y esta Energía movilizada en conciencia se irradia y se contagia, ese es el origen del cambio. Eso es ser un Faro de Luz, un estándar para otros, eso hace el Guerrero en estos días, luchar por conquistar su propio Amor para que otros en libre albedrío opten o no, por querer brillar por sí solos. Eso es Automaestría.

Que la Magia de la Creación en Amor los acompañe siempre.
Los abrazo hasta fundirnos.
Yo Soy Roberto.

Por Roberto Cabrera Olea / 5 de enero de 2009
www.automaestria.ning.com