sábado, 20 de diciembre de 2008

Entrega Nº 6: NAVIDAD, TIEMPO PARA RECORDAR Y DISFRUTAR

Amigos queridos.
La entrega que les hago hoy pretende acompañarles en estos días que reflejan el Amor del Universo hecho carne, cuando una poderosa conjunción cósmica permitió que en un cuerpo humano se depositara la más alta vibración energética universal. Estamos cercanos a Navidad, tiempo que nos recuerda el nacimiento de nuestro Hermano y Gran Maestro, Jesús Cristo, quien en su sangre, células y piel trajo el mayor regalo que ha podido recibir la humanidad, aquel regalo que por estos tiempos estamos re-creando en nosotros mismos para hacer de la vida en la Tierra un juego sólo de Amor.

Este tiempo nos recuerda a aquel hombre que nos mostró que la Energía Crística es posible de vivirse en la Tierra en la medida que nos amemos a nosotros mismos para que brote dicho amor, desde nuestro interior, a Todo lo que Es. Es por esto que el mayor recuerdo que quiero poner escrito hoy para ustedes, no es necesariamente el del nacimiento de tan hermoso Ser, sino que el propio nacimiento, asumiendo que cada instante de nuestras vidas es un amanecer, que cada respiro nuestro es el Amor hecho carne también.

En la introducción del libro Magusk, hay dos citas que escribí para aclarar lo que en el texto se estaba explicando, pero paradójicamente, para esta entrega, son estos pequeños párrafos los que arman aquello que les quiero transmitir. La primera cita habla del recuerdo:“El recuerdo al que me refiero se relaciona con la superación de la creencia de que nuestra realidad cotidiana es una Verdad total, y tiene que ver con alcanzar el estado de conciencia ampliada. Esta conciencia nos eleva sobre el velo que nos mantiene en el olvido de lo que somos originalmente, y es el estado que necesita el Ser para reencontrarse con la esencia que somos todos: un Ser de Luz que brotó de Dios con el propósito de vivir experiencias y conocerse de todas las formas que el Universo le permita, para retornar finalmente a nuestro origen en pleno conocimiento”.

Puedo sumar a este fragmento, y más que sumar, darle un nuevo vuelo, que el recuerdo que nos entrega la fecha de Navidad consiste principalmente en que somos nosotros quienes tenemos hoy la bendición de traer esa Fuente de Amor a la Tierra, siguiendo los pasos de nuestro Hermano Jesús. Tenemos la bendición de traer la Energía Crística a nuestro diario vivir, cada uno a su forma y respetando las circunstancias de vida que cada uno eligió para traerla, conquistando la confianza de que no estamos solos en este camino y de que escuchando nuestro corazón sin miedo todo caminará en orden.

Somos nosotros los que podemos nacer al honrar la venida de Jesús, somos nosotros los que nacemos en el recuerdo de quienes somos. Entonces, hace falta entregarse con los brazos abiertos a nuestra Verdad Esencial y no negar más nuestra Luz, a la que muchas veces tememos más que a nuestros espacios oscuros. El recuerdo, queridos amigos, es vernos al espejo y ver al Maestro que somos, el Ángel que somos y el mensajero de Amor que somos. El recuerdo es ver las hojas de un árbol moverse con el viento y saber que Dios está allí porque nosotros al mirarlas mecerse, nos ponemos en ellas. El recuerdo no es ver más a Dios afuera nuestro, sino es reconocer que en cada exhalación la chispa divina que somos se posa en Todo lo que Es para darle nueva vida. El recuerdo es reconocer y aceptar que somos Dios en acción, a cada segundo, en cada respiro, en cada regalo que hagamos a quienes amemos, en cada adorno que haga brillar nuestro hogar, en cada comida deliciosa que preparemos para esta Navidad y que compartamos con los que más queremos. El recuerdo de Dios es saber, ante todo, de ti mismo. El recuerdo es permitirte brillar tan alto como la Energía Crística lo permita, y que es infinita y poderosa.

La Energía Crística, vamos con la otra cita del libro Magusk:“La Energía Crística es la experiencia de vida en Amor que Jesús Cristo trajo a la Tierra hace 2000 años. Esta energía es la que hoy sustenta un salto cuántico de conciencia en la humanidad para dar paso al verdadero entendimiento de las Enseñanzas. Jesús dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, pero lo que las interpretaciones dejaron de lado fue la comprensión de que todos lo somos también. Él no pretendía crear una distancia entre la divinidad y la humanidad, sino instalar un puente entre esta última y Dios, del que somos una parte activa, por consiguiente, co-creadores de nuestro mundo y nuestras experiencias”.

La Verdad, es que el recordar es bien simple, somos nosotros quienes lo hacemos difícil al darle tanto poder a los límites y a las diferencias. Somos Uno en definitiva, y qué hermoso es reconocer que en cada abrazo al dar un regalo en esta Navidad, puede ir implícito el recuerdo de que abrazas a Dios naciendo nuevamente, y que es Dios quien abraza en el regocijo de saberse naciendo en ese abrazo. Sólo Amor puede haber allí, nada más, el Amor que es la Energía que nuestro querido Maestro, valientemente por los tiempos en que eligió vivir, nos trajo para que hoy pudiésemos recordar.

Este tiempo es de celebración y pasarlo bien. Disfruten de todo lo que este tiempo les traiga, disfruten de los regalos, disfruten de entregar(se), disfruten del encuentro, disfruten de la rica cena que sin duda compartirán, disfruten de la magia de la Navidad, y disfruten de la posibilidad de jugar que la vida les entrega.

Les deseo la Navidad más CLARA y LUMINOSA que hayan vivido.
Los abrazo hasta fundirnos y les regalo una mirada de Amor.
Yo Soy Roberto.

Por Roberto Cabrera Olea / 20 de diciembre de 2008
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